LOS PROTAGONISTAS. HOY: ALAN LELL

El volante inaugura esta sección y se revela como un fanático del Defe, al que coloca por sobre River, el club de sus amores. Pondera el juego de Pablo Parada y se declara un devoto del escritorio.

- ¿Cuándo y como llegaste al equipo?
- Oficialmente llegué a mediados de 2010, de la mano de Gaby (Montalvetti), con quien yo había jugado en un equipo de Fútbol Recreativo en Vélez. Digo oficialmente, porque en 2009 y quizá también en 2008 disputé algunos partidos de un torneo que el Defe jugaba en el Cirse.

- ¿Qué partido del Defe es el que más recordás?
- Por la proximidad en el tiempo y por la trascendencia que tenía ese partido, recuerdo la última fecha del torneo 2011. Obligados a ganar para ascender y no obstante dependiendo de tres resultados de encuentros que se disputaban en simultáneo, el equipo salió a comerse la cancha. Me acuerdo que hacia el final del partido, Tití (López Soutric), que recién había ingresado, me preguntaba si quería saber cómo iban o habían salido los demás equipos. Le dije que sí. Me contestó con un pulgar abajo. Eso fue terrible. Íbamos ganando pero no servía de nada. Después, todos conocen el desenlace. Entrar en detalles sería absurdo, pero uno nunca termina de comprender cómo un llano y liso escritorio, objeto que remite a situaciones abrumadoras de la vida cotidiana (trabajar, estudiar, etc.) puede desencadenar tanta euforia y ebriedad en unos pobres jóvenes que creían agotadas sus esperanzas.

- ¿Cuál fue el gol que mas gritaste?
- El que le hice de lejos a Perdón Fútbol en el 2010. En realidad lo grité por contagio de mis compañeros. No pensé que esa mezcla de rechace y tiro al arco se iba a terminar clavando en la red. Ya estaba por dar la vuelta para tomar la marca cuando de repente me vi envuelto en una ronda aturdente que gritaba gol. Ahí sí, lo grité con todo.

- ¿Qué representa el tricolor en tu vida?
- Muchas cosas, sobre todo una gran alegría de poder jugar a la pelota con grandes personas que la vida me dio la oportunidad de conocer. Después, consiguientemente, un compromiso y un motivo de esfuerzo para poder aportarle al equipo lo máximo posible.

- ¿Con que futbolista profesional te sentís identificado?
- Compararme con cualquier jugador profesional sería risible, pero creo que hay tipos que a uno lo hacen crecer futbolísticamente. Intentar emular a Cristiano Ronaldo, por ejemplo, es darse la cabeza contra la pared y descubrir nuestras propias limitaciones. En ese sentido se crece: entender que casi nunca voy a poder superar dos líneas de jugadores trasladando la pelota en velocidad o que no voy a clavarla desde 40 metros en todos los tiros, es tener mayor conocimiento de uno mismo, y ese es el primer paso para empezar a jugar a lo que se puede. Entonces ahí uno empieza a tocar la pelota en vez de querer encarar en todas y sale algo mejor y más fácil que es el juego en equipo. Pero bueno, individualmente, Cristiano es el tipo de jugador que me gusta. Rápido y de fuerza desmesurada. Forma parte de esos futbolistas cuyo talento les da margen para introducir cosas originales al juego.

- ¿Que jugador del Defe no faltaría nunca en tu equipo?
- Dona (Parada). Para mí es el referente del equipo. Futbolísticamente, no sé qué haríamos sin él. Es uno de los pocos jugadores del equipo con características de juego y recuperación a la vez. Pone mucho y con criterio. Un crack.

- Si te dan a elegir, Defe campeón o River campeón?
- Defe campeón! River a la B Metro.

- ¿Qué expectativas tenés para esta temporada?
- Si no es el campeonato, preferiría directamente salir sexto o séptimo para ascender por escritorio. No vaya a ser que rompamos con una noble tradición defesiana.

- Qué prometés con tal de salir campeón con el Defe?
- Si salimos campeones me comprometo a comprar y llevar un escritorio a todos los partidos del próximo torneo.